Ambulancias en verano: lo que hay que saber
Las ambulancias no tienen paradas estacionales. Funcionan todo el año, a cualquier hora del día. Incluso en el calor del verano, cuando las garras de la radiación nos atacan. Es entonces cuando la ambulancia desempeña un papel más importante a la hora de poner a salvo a los pacientes. El calor sofocante puede plantear retos en el transporte de pacientes a un lugar seguro. Estas consideraciones deben planificarse y ejecutarse con suficiente antelación. El verano o la lluvia pueden no suponer ninguna diferencia para las ambulancias de urgencias que tienen como máxima prioridad salvar vidas. Pero las ambulancias no urgentes que transportan pacientes pueden estar bien preparadas para afrontar los retos de la temporada estival.
Con el clima más caluroso que se nos avecina, aumentarán las alertas por golpes de calor. Los golpes de calor son muy frecuentes y peligrosos. La necesidad de ambulancias de urgencias en estas épocas aumenta considerablemente. Esto exige la disponibilidad inmediata de ambulancias. Muchas personas de edad avanzada también pueden desmayarse al sufrir un golpe de calor excesivo. Tanto en los servicios de ambulancias de emergencia como en los que no lo son, es imprescindible estar preparado para afrontar el calor.
La preparación de una ambulancia puede verse desde dos perspectivas. En primer lugar, que la ambulancia esté preparada para soportar los efectos del sol sobre el equipo y el vehículo. Los accidentes de verano causados por el calor excesivo no son casos infrecuentes. La segunda perspectiva desde la que se puede garantizar la preparación para el verano es la de prestar ayuda a las personas que puedan sufrir un golpe de calor. Las emergencias como los golpes de calor ocurren de repente y hay que atenderlas de inmediato.
Emergencias con los neumáticos: sufrir accidentes con los neumáticos en verano es un fenómeno habitual. El neumático puede explotar o reventar cuando el calor se descontrola. Mantener la presión correcta es esencial para evitar este tipo de accidentes en ruta, mientras se transporta a los pacientes. Incluso si se produjeran tales accidentes, las ambulancias tienen que estar preparadas con neumáticos y gatos adicionales para facilitar el cambio de las ruedas. Esto es especialmente importante en el caso de las ambulancias que no son de emergencia y que transportan a personas a largas distancias.
Agua, el elixir de la vida
El calor exige la necesidad de mantenerse hidratado continuamente. Llevar suficiente agua potable para el equipo de atención ambulatoria, así como para los pasajeros y cuidadores, es una buena idea. A veces incluso puede ser útil ofrecer agua a quienes la necesiten de forma inmediata.
Cristales tintados
Las ambulancias siempre llevan los cristales tintados en un tono oscuro para evitar la luz del sol. Es esencial asegurarse de que estos cristales están polarizados. Ayudan a mantener la temperatura interior de la ambulancia. Esto puede ayudar a reducir las molestias, si no el dolor, que sienten las víctimas.
Seguridad del conductor
El vehículo que conduce el conductor debe estar totalmente equipado para apoyar al equipo ambulatorio en apuros. El mantenimiento de los retrovisores, el revestimiento antideslumbrante, las sirenas, etc. debe ser objeto de especial atención en verano. Es pertinente para ayudar a mantener a salvo tanto al conductor como a los pacientes.
Aunque las ambulancias ya estén equipadas para transportar con seguridad a pacientes o víctimas, nunca se puede estar demasiado seguro. Es importante llevar una lista de comprobación de mantenimiento para garantizar las medidas de seguridad. Siempre es mejor prevenir que curar. Todo el equipo de ambulancias tiene que estar preparado para afrontar todas las posibles consecuencias de la temporada estival.